Allan y Desirée no son familia, se llevan muchos años de diferencia y aunque ambos provienen de Guatemala, no crecieron en la misma región. Aun así, tienen varias cosas en común. Por ejemplo, ambos tuvieron un abuelo agricultor. Cuando el abuelo de Desirée ordeñaba, ella y sus primos hacían fila para recibir un vaso de leche fresca. Cuando el abuelo de Allan ordeñaba, era él quien cargaba la leche hasta la casa en donde veía a su mamá y su abuela hacer queso, mantequilla y crema. Ambos fueron entrenados por sus abuelos para conocer sobre animales, para saber cuáles hierbas eran maleza y cuáles eran alimento, y para aprender a tratar las semillas, la tierra y las cosechas.
Con esa guía Allan Acosta (Promoción 1999) y Desirée Chang (Promoción 2025), con todas sus diferencias y en diferentes momentos, comenzaron a soñar con un futuro prometedor que iba por un camino similar. Allan era solo un niño cuando competía con sus primos para ver quién cosechaba más maíz, y Desirée era solo una niña cuando supo cómo lavar, despulpar y secar café. En dos comunidades rurales, aprendieron a amar la tierra y decidieron que querían dedicar sus vidas profesionales a una carrera esencial para la producción de alimentos: la agricultura.
“Vengo de una familia rural modesta. Nunca tuve abundancia de recursos, pero mi familia siempre fue muy unida y muy respetuosa. Creo que la mayor fortuna es que mis papás eran maestros, entonces valoraban muchísimo la educación”, así es como Allan habla de su motor para estudiar y romper con el ciclo de pobreza que envolvió a su familia durante generaciones. Con el ímpetu que sembraron en él sus padres y el apoyo financiero de donantes que creyeron en él, Allan se graduó de EARTH con éxito. Hoy día es Vicepresidente de Global Sourcing en Robinson Fresh, una empresa estadounidense dedicada a la producción de alimentos que gestiona operaciones en 120 países.
Desirée también ha contado siempre con el apoyo de su familia, pero su padre falleció cuando ella estaba muy joven y fue su madre quien sacó a flote a sus tres hijos. Desirée la vio muchas veces trabajar hasta tarde, mientras también era madre y estudiaba una carrera universitaria.
Tenerla como ejemplo ha sido una inspiración constante para que ella se decidiera a aplicar a EARTH, a mudarse a Costa Rica y, actualmente, a realizar su Pasantía profesional en Iowa State University, en donde está trabajando en fitopatología para entender los hongos que afectan cultivos como el maíz y la soya.
Para que Desirée pudiese cumplir su sueño de estudiar en EARTH y estar en donde se encuentra, fue necesario el apoyo de Allan, quien le otorgó una beca parcial que cubre los cuatro años de carrera. Con sus diferencias de edad, género y contexto, y con las similitudes de sus historias personales y su amor por el agro, sus caminos convergieron a través de la solidaridad de Allan y de los esfuerzos de Desirée por alcanzar sus metas.
“No se puede cambiar el mundo entero, pero sí se puede cambiar el rumbo de la vida de una persona. En mi vida, he tenido la fortuna de contar con personas clave que me han guiado en decisiones importantes. Recuerdo a alguien que, en un momento crítico, hizo algo tan significativo por mí que no había manera de recompensarlo monetariamente. Cuando le expresé mi agradecimiento, me dijo: ‘No te preocupes, tú vas a “pay it forward”.’ Eso significa que algún día encontrarás a alguien que necesitará ayuda, y tendrás la oportunidad de hacer algo por esa persona. Así es como podemos construir una sociedad más solidaria, apoyándonos unos a otros en los momentos que más lo necesitamos”, cuenta Allan.
En 2023, cuando tuvo la oportunidad de conocer a Desirée en persona y ella le preguntó “¿cómo te puedo pagar de vuelta lo que haces por mí?”, él le contestó lo mismo: “en algún momento vas a tener la oportunidad de retribuir ayudando a otra persona, así es como me vas a estar pagando a mí”. Así es como se forma una cadena infinita de acciones que tienen un valor inmenso para la transformación del mundo y para la reivindicación de la solidaridad como un acto revolucionario.
La conexión entre Desirée y Allan simboliza más que una simple relación entre quien da y recibe; es un lazo construido sobre valores compartidos de superación, compromiso y responsabilidad social. Allan ha mostrado que el éxito verdadero no solo se mide en logros profesionales, sino en la capacidad de generar impacto positivo en la vida de los demás. Desirée, en su camino de crecimiento, lleva consigo el legado de apoyo y retribución que EARTH promueve entre sus estudiantes y graduados. Esta historia es un recordatorio de que, cuando alguien decide apoyar el sueño de otra persona, el impacto puede trascender generaciones y fronteras.