Con apoyo de sus tíos, Jacob logró iniciar la secundaria, pero un nuevo conflicto armado estalló en el 2013 trayendo nuevas oleadas de violencia por las que más de dos millones de personas fueron desplazadas y cientos perdieron la vida. Jacob tenía 16 años cuando viajó con su familia hasta Uganda para buscar refugio. Pasaron dos años para que su familia se instalara en un campo de refugiados y Jacob sintiera que estaban en un lugar seguro, fue entonces cuando decidió regresar a su país, a un pequeño pueblo en el sur que había sido menos golpeado por la guerra y en donde podía trabajar, enviar dinero a su familia y, principalmente, seguir estudiando.
Era un buen estudiante y anhelaba obtener una oportunidad que le permitiera llegar hasta la universidad y trazar un camino distinto para él y para su familia. Sin embargo, durante años Jacob tuvo que ser el sustento económico y se dedicó a trabajar. “No podía hacerme cargo de mi familia y de mis estudios al mismo tiempo. Decidí comenzar a buscar becas porque era mi única posibilidad. Un amigo me envió el enlace de EARTH, no sé de dónde lo sacó, pero los dos decidimos aplicar juntos. Yo estaba en un área remota y tenía poca conectividad así que le pedí a mi amigo que me ayudara a subir mis documentos y completar mi aplicación”, cuenta Jacob sobre el inicio de su paso por nuestra Universidad y el comienzo de su carrera profesional.
La ayuda incondicional de su amigo ha sido clave en su vida: a partir de ese acto de generosidad y acompañamiento, Jacob decidió crear Education Needs All (La educación nos necesita a todos – ENA), una plataforma en la que jóvenes en condición de vulnerabilidad de Sudán del Sur – y ahora de toda África – pueden acceder a información sobre oportunidades de becas dentro y fuera del continente. Cuando Jacob fue admitido a EARTH, obtuvo una beca de Mastercard Foundation que está haciendo posible su formación para convertirse en un líder de cambio. “Esa oportunidad me llevó de la oscuridad a la luz”, agrega.
Jacob cursa el tercer año de carrera en EARTH y tiene como propósito ayudar a otros jóvenes como distintas personas y organizaciones lo ayudaron a él desde que era un niño para poder alcanzar sus sueños. Su vida no ha sido fácil pero le ha enseñado el poder de las pequeñas acciones para generar grandes cambios. Además afirma que siente la necesidad de retribuir al mundo un poco de la bondad que él ha recibido siempre.
Otros estudiantes de EARTH y de otras universidades se han unido a Jacob y a ENA para apoyar, de manera voluntaria, a jóvenes en zonas rurales, campos de refugiados, lugares remotos y comunidades vulnerables de África. Entre todos, han logrado que cientos de jóvenes apliquen a nuevas oportunidades. Jacob y los voluntarios de ENA ofrecen mentorías, espacios virtuales informativos, y acompañamiento, e incluso han habilitado lugares con acceso a internet en África para que más personas puedan completar sus procesos de aplicación.
“Puse en marcha la plataforma porque todos los jóvenes necesitan educación para romper barreras sociales y la pobreza. Debemos romper el ciclo de la pobreza y empoderar a estos jóvenes desfavorecidos, refugiados, desplazados y huérfanos. Porque Sudán del Sur tiene muchos huérfanos, gente que ha estado en guerra durante mucho tiempo. Así que creo que esta es una gran oportunidad para ellos. Y esta puede ser una acción pequeña que en el futuro se convierta en algo grande”.
Jacob además forma parte de Afra Moda junto a sus compañeros Francis Mtofu (Promoción 2025, Malaui) y Rosa Rodezno (Promoción 2024, Honduras), becados de Mastercard Foundation y Ana Kelle (Promoción 2025, Brasil), becada de Meraki Impact. Afra Moda es un emprendimiento que surgió en EARTH y que está enfocado en la creación de pañales desechables a base de fibra de coco. Jacob y el equipo viajaron el año pasado a México para participar con esta iniciativa en el Hult Prize, una competencia de desarrollo de soluciones ambientales a nivel global.
Uno de los sueños de Jacob es crear una cadena de personas que se ayudan mutuamente hasta que, entre todos, generen un gran impacto en el continente africano y en el mundo entero.
Está haciendo realidad ese sueño y mientras lo cumple da las gracias a la persistencia de su madre, a la generosidad de sus tíos, a la complicidad de su amigo y a todas las personas que de alguna manera han marcado su camino y su existencia.