En un mundo digital y globalizado en el que todo se mueve tan rápido, es esencial tener referentes, sobre todo femeninos. También es clave para un desarrollo humano más lento y consciente, tener acceso a historias de vida que traspasen las barreras culturales y de género por su tacto, su sinceridad y su valentía. El miércoles 25 de mayo inauguramos con la conferencia “Mujeres que inspiran”, un ciclo de eventos enfocados a movilizar a otras personas a través de las historias de distintas mujeres. Estos espacios son posibles gracias al Fondo para Mujeres, Doctora Beatrice E. Lewis, establecido por su familia para honrar su legado y su vida, dedicada a inspirar a otras personas, principalmente a mujeres. La familia nos acompañó durante el evento para presenciar las palabras y la música de cinco mujeres poderosas.
Las integrantes del Círculo de Mujeres, un espacio de reflexión, diálogo y sororidad creado en el 2019, fueron parte de la organización de la conferencia y tuvieron la oportunidad de contar a todos los espectadores sobre la importancia del Círculo dentro de la Universidad para generar una red de apoyo desde el respeto, la tolerancia y el amor.
Tuvimos la dicha de contar con la presencia de la graduada Gina Borrero (Promoción 2001, Colombia), de la cantautora guatemalteca Sara Curruchich, de la exdiputada costarricense Silvia Hernández, de la cantante y compositora Maf É Tula (María Fernanda Sáenz) y de la música y gestora cultural Anyul Arévalo.
Te compartimos algunas de sus reflexiones:
Rescatar las semillas, generar más vida
Gina Borrero ha dedicado su carrera a proyectos socio-productivos en comunidades indígenas y campesinas, en temas de gestión de recursos, manejo de residuos, agroecología, microbiología de los suelos, diseño de huertas, entre otros. Al compartir su historia, enfatizó en la importancia de hacer que otras personas tengan acceso a la educación, a la equidad de género y a semillas y aguas libres de agroquímicos.
“Hago lo que me apasiona: sembrar, cuidar la tierra, rescatar semillas, producir más vida; llegar a las personas que por múltiples razones no tienen acceso a la educaciónHe trabajado cinco años como docente de agricultura orgánica: cultivos medicinales, abonos orgánicos, semillas; todo esto me ha dado la oportunidad de conocer a mujeres que me han permitido entender que en este mundo necesitamos a más personas con valores y principios, que promuevan la vida, la salud de la Pachamama, la diversidad de semillas, las relaciones con los microorganismos. En esta época en la que todo lo que he vivido resuena con mucho sentido, quiero seguir trabajando por las personas, por la restauración de los sistemas agroecológicos y por la soberanía alimentaria. De ahí nació mi proyecto de vida que nombré como Campo Alegre”, contó Gina con una voz serena y firme.
Un abrazo a nuestra identidad
Sara Curruchich es la primera cantautora indígena guatemalteca en llevar sus cantos en kaqchikel, su idioma materno. Su voz y su mensaje de amor, conciencia, respeto y defensa por la vida, la han convertido en esperanza para muchas personas, principalmente para mujeres indígenas que la consideran un referente. Sara compartió sus palabras con toda la comunidad de EARTH y compartió sus canciones y su música, acompañada por su banda.
“¿Quiénes somos? ¿Quiénes son ustedes? El hecho de nombrarnos como semilla, como esperanza, ya significa que podemos generar un cambio trascendental, no solo para nosotras y nosotros, que estamos convergiendo en este espacio y en este tiempo, sino que es un cambio significativo para nuestras comunidades y para todos los lugares a los que podamos llegar. No cedamos, el silencio es algo muy hermoso cuando es nuestra decisión, pero no cuando es una imposición. Nosotras tomamos la palabra porque nos pertenece, le ha pertenecido a nuestras abuelas y a los pueblos. Tomamos la palabra porque es nuestro derecho, porque tomarla es hacer justicia. Hay tanto que aprender, tanto que sembrar, tanto que tejer y tanto que articular. Esa es una de las más grandes enseñanzas de la tierra misma: la articulación que hay entre las raíces de los árboles que sostienen las montañas. Nosotros somos raíz, somos semilla, somos un tejido que se expande y florece”, afirmó Sara.
Y somos todas
Anyul Arévalo supo desde muy pequeña que quería dedicarse a la música, y muy específicamente a la percusión. Es profesora de música popular, activista, investigadora, productora y gestora cultural. Coordina el Ensamble Feminista de Percusión Tocá el Tambó, una propuesta pedagógica e interdisciplinaria que le ha permitido tejer una comunidad de mujeres creadoras. Maf É Tulá hace música porque para ella, la música es vida. Ha recorrido muchos países compartiendo sus composiciones, que tratan temas como la salud mental, los derechos de la niñez y la reivindicación de la lucha de la mujer. Juntas compusieron la canción “Y somos todas”, como parte de una campaña de la Red Internacional de la Educación de América Latina (IEAL) para visibilizar el convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo, que habla sobre el derecho a espacios laborales seguros, libres de violencia y acoso.
“Nos encanta la canción porque creemos que a través de la educación podemos transformar el mundo. Esta campaña nace desde ahí, con el afán de informar a las personas sobre la existencia de este convenio 190 que habla sobre un derecho básico. Cuando cantamos tratamos de incluir muchos valores, mucha conciencia, mucha lucha, mucha celebración, y esto es lo que hacemos con esta canción”, cuenta Maf.
“A través de la música queremos llevar a cabo un proceso de descolonización de un territorio que ha sido vulnerado y que no solo las mujeres en las regiones urbanas, sino también en la ruralidad, tengan espacios de reflexión a través de la música y de poder exigir respeto a través de ella”, agrega Anyul.
Forjadoras del camino
Silvia Hernández es la cuarta mujer en presidir la Asamblea Legislativa de Costa Rica y la segunda mujer en presidir el Congreso en un mismo periodo constitucional por primera vez en la historia del país. Durante su periodo en estas posiciones que recién concluyeron, enfocó su labor en temas de competitividad, innovación, y fortalecimiento de las finanzas públicas, así como en mejores oportunidades laborales para la población con énfasis en las mujeres. Silvia compartió sobre la importancia de las mujeres en la política y recordó a las grandes mujeres costarricenses que cerraron las brechas y forjaron el camino para que hoy en día haya más participación en estos espacios que han sido históricamente dominados por hombres.
Agradecemos a la familia Lewis por hacer posible este tipo de eventos en los que todas y todos aprendemos y nos inspiramos con las historias de mujeres poderosas, de mujeres que inspiran.