Gilmer Mendoza (Promoción 2026, Venezuela) aprendió a amar la agricultura desde que era un niño. Su abuelo se ha dedicado durante más de 50 años a la ganadería bufalina y su padre, Golfredo Mendoza (Promoción 2001, Venezuela), siguió sus pasos. Para Gilmer siempre estuvo claro que él también quería convertirse en ingeniero agrónomo y quería, como su papá, estudiar en la Universidad EARTH.
Al terminar la secundaria contó con el apoyo de su familia para considerar diferentes opciones; se imaginó cómo podría ser su vida en una universidad de Holanda, investigó sobre carreras relacionadas con la agricultura en Estados Unidos, supo sobre distintos programas en Alemania, y aunque cada opción mostraba un futuro prometedor, su decisión era inquebrantable: quería estudiar en EARTH. Después de demostrar en el competitivo proceso de admisión su potencial como líder de cambio, Gilmer fue aceptado.
Hoy en día cursa el segundo año de carrera y no tiene ninguna duda cuando dice varias veces, con una sonrisa grande en su rostro, que venir a EARTH ha sido la mejor decisión que ha tomado. Siente que su vida tiene un propósito, que está obteniendo los conocimientos necesarios para convertirse en un gran profesional y poder seguir una tradición familiar que lo llena de orgullo y pasión.
Como su abuelo y su padre, Gilmer quiere dedicarse a la producción de búfalos. “Lo que más me gusta es trabajar con animales, creo que como profesionales podemos crear una conexión para colaborar en torno al bienestar animal dentro de la industria. He aprendido que los animales deben ser tratados con respecto y dignidad independientemente del fin que tengan en un negocio. La producción animal puede ser ética y por eso quiero seguir trabajando en este campo”, cuenta.
Gilmer también ha encontrado nuevas pasiones en cursos como Entomología (rama zoología que se dedica al estudio de los insectos), Procesamiento de Alimentos y Genética Aplicada. Sueña con realizar el curso Pasantía Internacional de tercer año en Italia o Brasil, lugares en donde puede aprender más sobre la crianza de búfalos y sobre los productos derivados de su leche.
“Estoy viviendo la experiencia que soñé desde que era un niño. Siento que en esta Universidad uno se forja mucho como persona y crea carácter. Me encanta estar haciendo muchos amigos nuevos, amistades duraderas y firmes. Y me encanta el modelo académico, todo lo que estoy aprendiendo y cómo lo estoy aprendiendo también es importante porque sin la práctica a veces es muy complicado aprender la teoría. Aprender haciendo ha sido muy valioso para mí”, agrega.
Durante toda su vida, Gilmer pudo ver la realización personal y profesional de su padre. Lo escuchó hablar con amigos de todo el mundo. Lo vio regresar al Campus Guácimo durante varios Encuentros de Generaciones para reconectar con otros EARTHianos y con su alma máter. Y ahora, él sigue sus pasos con convicción. ¡Sabemos que le esperan cosas grandes!