Lajanda Blake (Promoción 2025, Jamaica) nació con muchos talentos. Tiene la habilidad de convertir las palabras en poesía y las manos fuertes para sembrar y cosechar muchos de los alimentos que ella y su familia consumen en el pueblo que habitaban en Jamaica. Lajanda no tuvo dudas de su vocación, desde pequeña vio a sus abuelos, con quienes se crió, salir por las mañanas a trabajar la tierra para traer el sustento al hogar. Cuando su abuelo murió, ella y su abuela Verónica siguieron adelante con las tareas cotidianas, cultivando y agradeciendo a la agricultura por ser un motor de vida.
Estudió en un colegio agropecuario en el que se llenó de conocimientos y pasión por ese mundo tan lleno de posibilidades. Aprendió sobre semillas, el cuido de la tierra y la producción animal. Mientras se insertaba más en la agricultura, escribía poemas sobre su entorno, sus seres queridos y sus vivencias diarias. En ambos campos, Lajanda siempre fue una estudiante destacada; ganó muchos premios por méritos académicos, por su pasión agrícola y por su sensibilidad y talento con la poesía y literatura.
Al llegar a EARTH hace unos meses para ser parte del Programa de Español e Inducción Intercultural, Lajanda se vio envuelta en un panorama multicultural que la llenó de fascinación y curiosidad. De repente tenía amigos de Kenia, Sudán del Sur, Guatemala, México. Ahora, un tiempo después, tiene todavía más y siente un acercamiento constante con otras realidades que antes ni siquiera imaginaba y con las que ahora se siente cercana e incluso, reflejada.
La fascinación también está vinculada con el plan de estudios que comenzó desde el 17 de enero, cuando dio inicio al curso lectivo y la Universidad le abrió las puertas a la Promoción 2025. “Yo de verdad soñaba con venir a EARTH, porque creo que la agricultura se está enfrentando a grandes retos para abastecer con comida a millones de personas. Las necesidades crecen cada día más. Apenas estoy comenzando mi carrera, pero ya sé que en esta universidad voy a aprender mucho sobre sostenibilidad y soluciones para la seguridad alimentaria. Así que estoy muy feliz, aprendiendo todo lo que puedo para aplicarlo en un futuro”, cuenta Lajanda con seguridad.
Al graduarse, ella sueña con regresar a su país para dedicarse a los agronegocios y trabajar junto a pequeños productores. Quiere empaparse de conocimientos para poder enseñarles a utilizar buenas prácticas agrícolas y elevar sus ingresos económicos y, por ende, su calidad de vida. Quiere también que otros jóvenes se inspiren con su ejemplo y sientan interés por la agricultura. “Creo que la agricultura es vida. Necesitamos comida para sobrevivir y todos deberíamos reconocer lo importante que es cosechar alimentos sin desperdiciar los recursos naturales”, agrega.
Ella es una creadora nata, sabemos que, con su alma sensible y su fascinación por ayudar a su comunidad a través del agro, logrará grandes cosas.
¡Nunca dejes de crear, Lajanda!